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Querida familia, amigos y conocidos:
Ya estamos a finales de junio de 2019 y es hora de dar noticias mías. Desgraciadamente desde Holanda –eso sí, con temperaturas tropicales – pero lo que también me da la oportunidad de observar otras cosas.

Siempre lo he sabido, pero ahora lo veo claramente: hay tanta gente que hace de todo para mí; recibo muchas visitas; la familia, amigos y amigas me llevan a todas las citas en los hospitales y otros lugares donde me tratan (algo que a veces nos lleva todo un día); me llenan de libros y demás lecturas y de flores, cartas y cosas ricas, etc. En definitiva, veo ahora ,de una manera clara, cuánta gente está conmigo y siguen ayudando a nuestros niños y jóvenes de Cochabamba. Noto la bondad de la familia, amigos y amigas y conocidos más que nunca ¡y quiero daros enormemente las gracias!

En esto, tampoco puedo olvidar a toda la gente buena en los Estados Unidos y Gran Bretaña que mantienen el contacto conmigo ¡y quieren hacer todo por mí! Todo esto hace la vida más fácil. Además, no me puedo quejar. Mis huesos se han fortalecido, hago fisioterapia, y tengo muy buenos médicos y otras personas que me cuidan y creo que poco a poco voy avanzando. La palabra ‘rendición”, no aparece en mi mente. Yo siempre digo que yo tengo fe, esperanza y confianza, además de optimismo y que junto con vuestras velas, oraciones y cuidados ¡son mi mejor medicina! Así que no pierdo la esperanza y lucho con todas mis fuerzas para volver a mi querida Cochabamba en Bolivia y vosotros os aseguráis de que yo no pierda en ningún momento la esperanza.

Pero tengo aún mucho contacto con gente en Bolivia; ¡todos los días numerosos mensajes! A veces, se trata de cosas pequeñas, una saludo breve, pero, muy a menudo, me consultan sobre todo lo que ocurre, o sobre lo que hay que hacer en nuestras dos casas, en nuestra escuela y en el centro de acogida nocturna. Y me preguntan cuál es mi opinión y generalmente siguen mi criterio. Po tanto, me siento muy implicado en todo aunque, naturalmente, no es lo mismo que estar allí.

Muy a menudo me escribo extensamente con jóvenes, como, por ejemplo, con Ángel, que tiene preguntas sobre su joven familia, sus estudios, su trabajo, etc. O tenemos contacto con Jhovanna, sobre los estudios de sus tres hijos. Y hemos encontrado gente que les apoya. O recibo una pregunta de Víctor sobre si no puede empezar con el estudio de arquitectura. Después de discutirlo con nuestro personal allí, ha comenzado y mantengo el contacto con Víctor para saber cómo va. O soy uno de los primeros en conocer el nacimiento de un bebé en una joven familia.

Y estos son solo unos ejemplos….Si tuviera que responder a todas las preguntas y mantener todos los contactos, ¡me faltaría el tiempo! Con las dos casas y el centro de acogida nocturna, es donde más mantengo el contacto.

Tengo que conseguir que cada mes haya suficiente dinero para que todo siga funcionando. No puedo estar todo el día ocupado en ello, pero es tal el trabajo que ¡podría estar todo el día en ello! ¡Y sigo esperando el momento en que pueda ir a Bolivia!¡Nada es imposible!

Querida gente, quiero agradeceros todo lo que hacéis por nuestros niños y jóvenes de Cochabamba, que están en nuestras dos casas, en nuestro centro de acogida nocturna y en nuestra escuela, pero también por todo lo que hacéis por mí en todo este largo tiempo que estoy en Holanda. Os mantendré informados de todas las noticias de aquí y de allí. Gracias a todos vosotros tienen estos niños y jóvenes la oportunidad de un futuro mejor ¡y os lo agradezco profundamente! Tenemos que intentar mantenerlo en el futuro porque ¡es muy necesario! ¡Muchas gracias por todas las tarjetas, velas y oraciones y vuestros deseos para mi pronta recuperación! Estos son siempre bienvenidos. Una vez más, ¡gracias a todos, muchísimos saludos y los mejores deseos! ¡Y hasta la próxima vez y espero que muy pronto sea desde Bolivia! ¡Hasta la próxima carta!

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Theo Raaijmakers