Cochabamba, diciembre 2016
Querida familia, amigos y conocidos,
Estamos ya muy cerca de las Navidades así que es hora de escribiros.
Hace ya más de dos meses que llegué a Bolivia después de mis vacaciones en Holanda.
Las vacaciones han sido estupendas, pasando un tiempo maravilloso con mi familia, amigos y conocidos. He pasado unos días estupendos con mis hermanas y cuñados y muchos compañeros. También fue fantástico encontrarme con mis compañeros y profesor de primaria y con cuatro de mis mejores amigos de secundaria. He visto también a unos cuantos viejos amigos y he podido despedirme de Leo y René. Además me han operado de cataratas en ambos ojos y ahora veo mucho mejor.
Ahora ya ha comenzado la vida cotidiana.
Las escuelas ya han cerrado aquí porque han llegado las vacaciones. Algunos de nuestros jóvenes han conseguido su diploma de secundaria. Entre ellos, Andrés que ya lleva un par de años lejos de nosotros y ha acabado ahora su colegio, quizás ayudado por su novia; vemos muy a menudo que las amigas tienen una positiva influencia en nuestros jóvenes en lo referente a su educación y trabajo.
En los próximos días Orlando acabará también sus estudios; será oficialmente cocinero, después de haber finalizado secundaria; él llegó aquí directamente de la calle así que ha llegado muy lejos.
Así tenemos muchos más jóvenes. Hace poco que Hernán estuvo aquí de visita. Él es veterinario y nos dió durante años bastantes quebraderos de cabeza....Ahora vino para pedir perdón por ello y para agradecernos todo lo que hemos hecho por él. Esta semana también he llamado a Alejandro; yo tenía problemas con mi portátil y Alejandro es, a través de nosotros, ingeniero de comunicaciones y ahora me ha reparado el portátil.
Y si alguna vez me duele la espalda, puedo acudir a David, que está a punto de terminar sus estudios de fisioterapia. David es también uno de esos jóvenes que llegó directamente de la calle.
La historia más increíble de las semanas pasadas es quizás la de Efraín. Estudia medicina junto con Víctor en Cuba; han recibido una beca y son médicos; ahora tienen que especializarse. Hace unas semanas llegó a nuestros oídos el rumor de que el hermano de Efraín le estaba buscando. No podíamos creerlo porque nunca habíamos oído nada de su familia. Efraín había llegado a nosotros cuando tenía tres años y de eso hace ya 25 años. Al final hemos hablado con ese hermano y ahora Efraín está en Bolivia para conocer a su hermano y resto de la familia. Hay que, desde luego, acostumbrarse. Tiene, quizás, otro hermano, y una hermanastra, pero su hermano aún no les ha encontrado y de sus padres tampoco sabemos mucho. La historia es demasiado larga para este boletín, pero encontrar a tu hermano después de 25 años es ya un milagro!!
Nuestra casa está siempre abierta para recibir gente; esto significa que puede ocurrir que alguien se va de aquí y después quiere volver y nosotros no cerramos la puerta a nadie. Por ejemplo, así está Santiago otra vez aquí. Antes no se podía hacer nada con él pero ahora parece que ha cambiado; habla con nosotros y con otra gente, trabaja y parece que va por el buen camino. Por tanto, le damos una nueva oportunidad!!
Nicolás, Jorge y Antony también han estado con nosotros; actualmente no están pero la puerta permanece abierta. Siempre hay esperanza de que cambien. También tenemos a un tal José Luis en casa; no dice ni una sola palabra durante todo el día; esperamos que poco a poco cambie y haga amigos y se muestre más abierto...La semana pasada también hemos hablado con Germán; había estado unos años aquí en casa y ha terminado secundaria. Después ha estudiado para zapatero y trabaja ya unos años en una fábrica de zapatos. Vino a hablar conmigo y me contó que quiere irse a vivir solo; se mostró muy agradecido con nosotros por haberle dado una oportunidad.
La acogia nocturna va creciendo de una manera constante. Es un trabajo muy duro para la gente que sale a la calle a trabajar por los jóvenes.
Alguna gente no lo ve muy claro, pero nosotros pensamos que es muy importante tener contacto con ellos y con la gente que está en prisión. Eso es quizás lo único que tienen en la vida. Yo siempre tengo contacto con gente de la prisión; hay un par que habían estado ocho meses en prisión pero después se vió que eran inocentes y hemos podido arreglar su libertad. Uno de ellos, Luis, envía todos los días un mensaje o dos para decir que debo cuidarme y preguntarme si necesito alguna cosa.
Actualmente tenemos un voluntario, Jonas, que trata, a través de videos, dar información sobre Casa Jerusalén, Casa Ana Maria, nuestra escuela y la acogida nocturna.
Además: hemos tenido a un par de personas con la piernas rotas, casi una operación de apendicitis hasta que se supo que eran piedras de riñón........Estaba ya casi en la mesa de operaciones!
Y más: mucha sequía en el país, demasiado poco agua, hace un par de días que ha empezado a llover un poco.
Queridas personas, una Feliz Navidad y un muy Feliz Año Nuevo para todos.
Muchas gracias por vuestro apoyo para nuestros niños y jóvenes y seguimos contando con vosotros, porque sin vuestra ayuda, no tenemos nada.
Con los mejores deseos y muchos saludos para todos!