Julio 2020,

Querida familia, amigos y conocidos:

Ya estamos a mediados de año, así que es hora de mandaros un mensaje. Si pensamos en la primera mitad de este año solo existe una palabra: coronavirus…

Yo estaba ocupado con tratamientos con los médicos y los especialistas en los hospitales y de repente, todo cambió y solo se hablaba del Covid-19. Y ahí estaba yo sin poder hacer nada; sin citas en el hospital, sin poder recibir visitas, y como todo el mundo en cuarentena. Pero el corona virus no estaba solo aquí. Primero estuvo en China, después poco a poco en Europa, y más tarde en Estados Unidos y después lentamente por todo el mundo. Naturalmente, también en Bolivia, y en toda Sudamérica. Es mucho más serio en Brasil, Chile y Perú. También en Bolivia da cada vez más problemas y por supuesto, son los más pobres los que están sufriendo más.

Toda la ciudad está confinada. No están preparados para esto, ¿quién lo está? Solo está permitido que una persona por familia salga una vez a la semana a la calle. No se puede trabajar y eso supone que no hay dinero para comprar comida. Recibes algo del gobierno pero esto no es suficiente. Había y hay gente muerta en la calle; las funerarias no pueden más; los médicos y enfermeros sufren amenazas porque la gente piensa que la enfermedad la han causado ellos.

Y nosotros estamos todos encerrados en casa sin poder hacer nada. Las escuelas no están abiertas y nadie trabaja. Tienes que intentar entretener a la gente y mantenerte lejos de todos los focos de contagio.
Y además hay casos especiales: por ejemplo, una niña que dormía frecuentemente en nuestro centro de acogida nocturno y ha muerto en la calle por el Covid-19; ¿qué podíamos hacer? Cerrar temporalmente la acogida nocturna y tratar de trabajar con esa agente en la calle porque de otra manera, se hubiera contagiado todo el mundo.

Tenemos el caso de Fernando, que hace años nos lo trajeron con tuberculosis; iba a morir y lo haría en nuestro centro. ¡Pero no murió! Mejoró, terminó la escuela secundaria, trabajó y siguió estudiando y ha llegado a tener novia y un hijo. Ya ha vivido algún tiempo con ellos. Pero ahora vinieron con él: ¡otra vez tuberculosis! Y ahora más peligroso con el coronavirus cerca.

Y después tenemos a Jasmani que vive con nosotros; todo iba bien hasta que de repente, le entró una infección terrible; con él al hospital, ¡y tuvo que ser operado! ¡Con tanta gente en casa y tienes que preocuparte por uno que está en el hospital! Este tipo de hospitales no están naturalmente muy limpios y con gente que tiene coronavirus. Sin embargo, todo ha ido bien y Jasmine se ha recuperado, de nuevo.

Y mientras tanto, todo el sistema de calefacción del agua para las duchas dejó de funcionar. Primero pensamos que se podría arreglar, pero, finalmente, tuvo que ser sustituido, ¡todo nuevo! ¡Cómo si no tuviéramos bastante!

Podéis imaginar cómo es, querida gente, cuando toda la ciudad está confinada y no se puede hacer nada y encima aparecen otros problemas, como el sistema de calefacción que debe renovarse y algunas personas que necesitan ayuda sea como sea. Esas son cosas grandes, pero luego están las cosas del día a día.

Por todo ello, querida familia, amigos y conocidos, no han existido momentos para aburrirnos. Hay siempre en algún lugar algo urgente. Por lo tanto, ¡siempre necesitamos vuestra ayuda! ¡Estoy muy agradecido por toda vuestra ayuda, por todos vuestros mensajes y buenos deseos! Muy contento con la ayuda económica que hemos recibido. Esperamos y rezamos para que podamos seguir recibiéndola en el futuro porque sin ella no somos nada. ¡Contamos con vosotros! Agradecidos por toda la ayuda recibida,, os pedimos que la podáis continuar. ¡La necesitamos! ¡Saludos de todo corazón, y los mejores deseos y hasta la próxima vez!

Theo Raaijmakers